9/08/17
La historia del lápiz
El niño miraba a su abuela, que escribía una carta. En determinado momento, pregunto:
-¿Estás escribiendo una historia que nos sucedió a nosotros? ¿Y es, por casualidad, una historia sobre mí?
-Estoy escribiendo sobre ti, es verdad. Ahora bien, más importante que las palabras, es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que fueras como él, cuando crezcas.
El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada especial.
-Pero, ¡si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida!
Primera cualidad: Puedes hacer grandes cosas, pero no debes olvidar nunca que existe una mano que guía tus pasos. A esa mano la llamamos Dios y éste debe conducirte siempre en la dirección de su voluntad. -Todo depende de cómo mires las cosas. Hay cinco cualidades en el que, si consigues conservarlas, te harán siempre una persona en paz con El Mundo.
Segunda: de vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final está más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.
Tercera: el lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.
Cuarta: lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.
Finalmente, la quinta cualidad del lápiz: siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará trazos, e intenta ser consciente de cada acción.
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